jueves, 20 de noviembre de 2014

Puerto Plata “fue perdiendo su empuje, Punta Cana, culpable favorito


Recientemente leí un artículo de un conocido colaborador del diario Hoy en el que al exponer su interpretación de la situación turística de la Costa Norte se explica que para 1990 Puerto Plata “fue perdiendo su empuje, al verse desplazado por los polos turísticos del Este”. Ese mismo día un dirigente hotelero me refirió un intercambio telefónico con prestantes figuras del sector turismo de esta región en el cual se insistió en que los problemas de Puerto Plata se originan en Punta Cana.

 Según esta interpretación, la pérdida de la mitad de los flujos turísticos hacia la Costa Norte ocurrida en el período 2000-2011 es un daño colateral producido por el éxito de la oferta turística de Punta Cana.

 Pero este mismo artículo, después que se refiere al Este, enumera los problemas que han afectado a la Costa Norte: a) el turismo se derrumbó en más de un 65% por el trato y maltrato que recibían los que llegaban en los cruceros que atracaban en el puerto; b) la agresiva actuación de los sindicatos de choferes, de guías y la presencia de maleantes, que como supuestos padres de familia atemorizaron de mala manera a los turistas; c) la actitud de los inversionistas, que le impedía entender que la culpa del colapso no solo la tenían los padres de familias de los choferes, guías, buscones, etcétera, sino que estaba en ellos mismos, y d) el egocentrismo equivocado de los puertoplateños, en que cada quien quería ser el que más descollara, en lugar de arrimarse para hombro con hombro impulsar de nuevo la región. Este inventario está tomado del artículo publicado el pasado jueves y son citas casi textuales.

 A esta lista añadiría otros pecados capitales: a)la adulteración del proyecto de Playa Dorada. Puertoplateños influyentes lograron que el Banco Central aprobara un centro comercial en el área reservada para un centro de convenciones que hubiera sido la diferencia; y levantar un hotel en una reserva ecológica; b)al aumentar la cantidad de habitaciones colapsó la planta de tratamiento y el acueducto, creando una situación difícil; c)funcionarios públicos crearon problemas con el suministro de agua para ganar dinero vendiendo el líquido en camiones que llegaban por docenas afeando el ambiente e incluso provocaron graves accidentes; d)puertoplateños en posiciones oficiales importantes alejaron a los inversionistas cobrando peaje y aprobando iniciativas en contra de las normas establecidas, y e)la penosa falta de autocrítica ante los problemas que ha llevado a culpar a otros de sus propios pecados.

 En los últimos tiempos se notan cambios, pero Puerto Plata tiene que sacudirse, aprender de sus errores y sus funcionarios, dirigentes y empresarios renunciar a inventar “soluciones” que favorecen intereses personales y centrarse en las verdaderas prioridades. 

 Por Manuel Quiterio Cedeño