viernes, 30 de noviembre de 2012

Supera la cocaína y le llueven millones


Por Cristian Arciniega / El Universal/

El 15 de septiembre de 2005, un encabezado del diario sensacionalista Daily Mirror causó revuelo en la industria de la moda: "Cocaine Kate". Dicha frase fue rematada con una serie de fotografías en las que se observaba a Kate Moss preparando unas líneas de cocaína para inhalarlas.

 La noticia dio rápidamente la vuelta al mundo. Bastaron sólo unos días para que algunas marcas para las que trabajaba en ese entonces respondieran ante este hecho. La cadena sueca H&M anunció que declinaría de elegir a Moss como protagonista de las imágenes promocionales de una colaboración especial de Stella McCartney con ellos.

 Poco tiempo después, la casa francesa Chanel declaró que no renovaría el contrato de la modelo cuando éste finalizara. Kate era imagen de su fragancia Coco Mademoiselle.

 Sin embargo, al año siguiente la británica acaparó numerosas campañas publicitarias: Roberto Cavalli, Burberry, Rimmel, Calvin Klein Jeans, entre otras. Había renacido de las cenizas.

 UNA BELLEZA ATÍPICA Y CAMALEÓNICA

 Katherine Ann Moss nació en 1974 en Londres, Inglaterra. A los 14 años fue vista por una agente de modelos mientras caminaba por el aeropuerto JFK de Nueva York. En 1990, desfiló por primera vez en la Semana de la Moda de París, para el diseñador John Galliano. 

 Su baja estatura y semblante infantil le consiguieron que Calvin Klein la eligiera como imagen de su marca dos años más tarde. Debido a la publicidad de los perfumes de esta firma, se potenció el uso del término "heroin chic", look caracterizado por tener ojeras, la piel pálida y una figura escuálida. 

 El ascenso de su fama provino no sólo por su fortuna en el modelaje, sino también por sus relaciones amorosas -anduvo con el actor Johnny Deep y con el cantante Pete Doherty- y por sus constantes salidas nocturnas.